Caricaturas, comic, otros.

El cómic y la caricatura fueron el génesis de mi interés en el dibujo. Y en el dibujo encontré, ya para siempre, mi hábitat ideal. Con respecto a la historieta en particular, fue el medio donde pude depositar toda mi inquietud literaria: la posibilidad de contar historias.

También fue aquel un espacio de refugio y paradojalmente de liberación. Creé, como a mis 10 años, un alter-ego llamado Simón que seguiría utilizando hasta mi último comic “Simón en la reproducción”. Éste es una novela gráfica de cuarenta y ocho páginas terminada el 2010.

La exageración, lo grotesco, el exceso, el humor negro, a todo esto se le podía darlibre curso mediante estos medios; todo lo que yo veía a nivel tanto intimo como social, podía ser exorcizado sin pudor por este cauce.

Sin embargo, como primera escuela de dibujo, el comic, junto a sus virtudes tenía sus falencias. Había una tendencia a los estereotipos. De este último punto me pude liberar paulatinamente gracias a mi paso por el dibujo de figura humana. El hecho de tener un cuerpo real como referencia replanteó mi forma de expresarme a través del dibujo, y me exigió problemáticas muy distintas. Cuando volvi a hacer comic luego de mi paso por la figura humana, este se había enriquecido

enormemente en lo formal.

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